“El hígado es inteligente. Sabe cuándo desintoxicar, cuándo expulsar las toxinas del organismo a través de la orina o las heces, cuándo almacenar los nutrientes y cuándo devolverlos a la sangre. También mantiene constante la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo”.
Dr. Hellan Kwon
Profesor Clínico Asociado / Universidad de Michigan
¿Qué tienen en común una persona que suele cenar fuera, otra que se acuesta tarde casi todos los días y otra que vive en zonas industriales? Todos ellos corren el riesgo de sufrir graves problemas hepáticos. Algunos debido a la exposición a ciertos tipos de toxinas, otros debido a hábitos poco saludables que alteran su sistema antioxidante natural, liderado por el hígado.
Durante los procesos metabólicos, el hígado actúa como el desintoxicador natural de nuestro organismo, ayudando a filtrar y controlar ciertas sustancias como medicamentos, aditivos alimentarios , conservantes, colorantes alimentarios, edulcorantes, potenciadores del sabor, productos químicos utilizados en la agricultura, alcoholes, compuestos orgánicos volátiles, humos, contaminación atmosférica y muchos otros factores.
El glutatión, un potente antioxidante, el maestro, es el mayor ayudante del hígado para eliminar los elementos nocivos y neutralizar los radicales libres, manteniendo la actividad saludable de otros antioxidantes. Su deficiencia suele caracterizarse por una reducción de la capacidad del organismo para reparar el ADN, incapacidad para desintoxicarse, menoraporte de oxígeno y nutrientes a las células, aumento de las mutaciones celulares y estrés oxidativo.
La íntima correlación entre órganos y antioxidantes ha sido objeto de estudio a lo largo de los años. Estas investigaciones han dado señales que indican que es mucho más importante de lo que imaginábamos, y el Glutatión es la clave para encontrar algunas respuestas para tratar las afecciones hepáticas..
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Alrededor del 25% de la población de Estados Unidos padece enfermedad hepática grasa no alcohólica, la forma más común de afección hepática crónica en el mundo.
No está claro exactamente por qué algunas personas acumulan grasa en el hígado y otras no, pero se relaciona con lo siguiente: niveles elevados de triglicéridos en sangre, resistencia a la insulina, obesidad, prediabetes o diabetes de tipo 2.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es una afección común caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado de individuos que consumen poco o nada de alcohol. Esta afección puede variar desde un simple hígado graso (esteatosis) hasta una esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), que se caracteriza por inflamación y daño hepático.
Los estudios han sugerido que la disminución de los niveles de glutatión en el hígado puede ser un factor que contribuya al desarrollo y la progresión de la NAFLD. Otro estudio publicado en la revista Redox Biology descubrió que la expresión de los genes implicados en el metabolismo del glutatión estaba alterada en los hígados de los pacientes con esta afección en comparación con los controles sanos.
Se cree que el estrés oxidativo, que se caracteriza por un desequilibrio entre especies prooxidantes y antioxidantes en el hígado, también desempeña un papel fundamental en el desarrollo de esta patogénesis.
Los estudios en animales han demostrado que la suplementación con glutatión puede prevenir el desarrollo de NAFLD y mejorar la función hepática en ratones alimentados con una dieta rica en grasas. Estos resultados previos condujeron a nuevas investigaciones en humanos.
LO QUE EL GLUTATIÓN PUEDE HACER POR SU HÍGADO.
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